Arcoiris
Algo negro, el fondo de ese
estúpido agujero que ahora preside tu cabeza.
Algo blanco, los trozos de cráneo
y dientes que se reparten por la habitación.
Algo rojo, tu deliciosa
sangre brotando de tu cuerpo inmóvil.
Algo naranja, la lata de
cerveza que aún sujetan tus entumecidos dedos.
Algo amarillo, el charco que
brota desde tus pantalones añadiendo patetismo a tu muerte.
Algo verde, tus ojos y esa
mirada de “pensé que no lo haría”.
Algo azul, tus labios
muertos congelando esa sonrisa de imbecil.
Algo morado, las paredes que
antes azules se han manchado con tu sangre.
Un arcoiris en tu muerte y
como único testigo, tu verdugo. La que pensaste como un iluso que satisfaría tus
deseos esta noche.
Lo siento chaval, era una miseria comparado con lo que pagaban los tipos que cabreaste. Te podría consolar saber que disfruto lamiendo la sangre con la que has manchado mis manos, pero siento decir que no es por ti.
Hace tanto tiempo que no como que hasta la sangre de una mierda patética es deliciosa. Pero pronto recibiré mi pago, que asegura sangre caliente más deliciosa y duradera que lo poco que aún pueda sacar de ti. Siento que es poco hacer esto sólo porque se haya vuelto difícil cazar a alguien distinto cada noche y una jovencita anónima para alimentar y de la que alimentarse se haya vuelto una oferta tentadora, no te lo tomes como algo personal.
Al fin y al cabo tú ya sabías que lo nuestro sería solo trabajo, aunque tu idea fuera ligeramente distinta. Pero si pudieras no serías capaz de negar que te gustó el numerito de poli mala, aunque lo único que era real era la pistola y la maldad.
Lo siento chaval, era una miseria comparado con lo que pagaban los tipos que cabreaste. Te podría consolar saber que disfruto lamiendo la sangre con la que has manchado mis manos, pero siento decir que no es por ti.
Hace tanto tiempo que no como que hasta la sangre de una mierda patética es deliciosa. Pero pronto recibiré mi pago, que asegura sangre caliente más deliciosa y duradera que lo poco que aún pueda sacar de ti. Siento que es poco hacer esto sólo porque se haya vuelto difícil cazar a alguien distinto cada noche y una jovencita anónima para alimentar y de la que alimentarse se haya vuelto una oferta tentadora, no te lo tomes como algo personal.
Al fin y al cabo tú ya sabías que lo nuestro sería solo trabajo, aunque tu idea fuera ligeramente distinta. Pero si pudieras no serías capaz de negar que te gustó el numerito de poli mala, aunque lo único que era real era la pistola y la maldad.