¡Hola! Tanto si has llegado aquí por casualidad como si sabes perfectamente a lo que vienes, estás invitado a leer el blog y comentar.
En este blog os encontrareis con algunos proyectos y relatos de un intento de escritora (una servidora), mi evolución como escritora, que espero sea positiva, y algunas cosas aleatorias de las que vea la necesidad de compartir.
Espero que os guste, y recordad que las opiniones sinceras se agradecen.

domingo, 11 de enero de 2009

Relato-1 [Nightmare]

Esto es un relato basado en una pesadilla que tuve hará un año o así, tengo la primera edición publicada en mi DA -un borrador prácticamente- pero esta es una edición bastante distinta y la he modificado para que tenga sentido ^^
PD: me falta un año para tener la edad recomendada que he puesto xD

Nombre: Nightmare
Género: terror /alguna escena gore / fantástico
Edad: PG-13
Sinopsis: Un muchacho al que la muerte odia y a la vez protege, el único ser humano que ha sido capaz de sobrevivir a la visita de la muerte y el único al que ella dejó un tiempo extra. Ahora ese tiempo se ha agotado... y la muerte no lo volverá a dejar ir...


Nightmare

Soy una sombra, una simple sombra, la sombra de un pequeño muchacho desafortunado al que la muerte parece odiar y a la vez proteger. Es un muchacho impresionante si lo pensamos bien, fue el único que aguanto la muerte de sus padres, aun después de haberlo visto con sus propios ojos, es el único ser humano capaz de resistirse a la visita de la muerte aun sabiendo que está allí. Y también es el único al que la muerte dejó un tiempo para vivir, exactamente un año...

Ya ha pasado un año desde aquello, y ahora, que su tiempo ha acabado su fin ha llegado, pero mi muchacho no se ha dado cuenta, piensa que fue una pesadilla, pese a su corta edad tiene los pies en la tierra, lo cual en casos como este viene muy mal. Pero en fin, soy solo una sombra, una criatura eterna que habita en los seres vivos, la criatura más sabia e inútil que existe, nos limitamos a ver todo durante la eternidad: guerras, nacimientos, muerte... pasan por delante de nosotros sin que nadie note nuestra presencia... Igualmente su hora ha llegado...

En este momento se disponía a entrar en su edificio, vivía en una urbanización compuestas por varios edificios antiguos, los cuales eran como un hotel en donde todo el mundo se conocía. Llamo al telefonillo de su piso, donde vivía con su abuelo, sus tres hermanas y su abuela, la cual llevaba en coma desde el accidente pese a no haber estado presente, supuestamente por su avanzada edad y su salud, que causaba que no pudiera recibir emociones fuertes; su abuelo abrió sin decir una palabra, como hacía todos los días. Saludó a la recepcionista casi imperceptiblemente, la cual le correspondió el saludo aún más imperceptiblemente. Subió las escaleras lentamente, cuanto más subía más frío y oscuridad notaba yo, aquella sensación se intensificó hasta llegar al cuarto piso, donde vivíamos, la puerta estaba entre abierta, de modo que no se vislumbraba el interior. Mi muchacho empujó la puerta y...

Allí estaba el abuelo, pero a la vez no era él, en lugar de sus normalmente cariñosos ojos verdes tenía los ojos azul helado, sin pupila. Pero la característica que más resaltaba era su camisa, normalmente blanca, ahora con unas grandes manchas carmesí al igual que el cuchillo que sostenía con la mano derecha. La expresión de mi muchacho mostró terror, y corrió, pero no en dirección a la puerta, sino en dirección a la segunda puerta de la izquierda, la de sus hermanas, las cuales debían haber llegado hace media hora. Esquivó a su abuelo y abrió la puerta fuertemente... y gritó, gritó de desesperación, al ver aquellos tres cadáveres apilados encima de una de las tres camas, los cadáveres de tres chicas de doce, catorce y dieciséis años respectivamente, los cadáveres de sus hermanas.

El chico ya no mostraba terror, sino desesperación, algo lógico para el resto de los humanos, pero no para mi muchacho, notaba como el ambiente se tornaba más frío, la muerte se había cansado de darle su tregua y definitivamente lo mataría. Tenía que impedirlo, fuera como fuera, quería gritarle que saliera de allí, que corriera, que escapara de aquella pesadilla, pero no podía gritar, no tenía boca por la que pudieran salir aquellas tres palabras: "¡¡Sal de aquí!!"
Esto era frustrante, era la primera vez que me sentía así en toda mi vida, es un sentimiento horrible, pero no desisto, lo intento con todas mis fuerzas, de algún modo estoy vinculado a él, así que aún existe una esperanza y... reaccionó, el muchacho salió del shock en el que se encontraba y se dirigió rápido a la puerta, salió, se iba a dirigir hacia la entrada pero volvió antes de poder salir. Su maldito sentido común interfería de nuevo, había olvidado a la abuela, tenía que comprobar que no estuviera muerta.

Se dirigió al cuarto justo en frente del de sus hermanas, el abuelo no le detuvo, entró en la habitación y vio a la abuela tumbada donde siempre, un ligero alivio lo calmó pero solo momentáneamente, había visto algo extraño en el cuerpo, se acercó lentamente y la tocó... estaba helada como un cadáver, mi muchacho se volvió a desesperar pero esta vez no entró en shock, un sentimiento se superponía a este, la ira.
Furioso mi muchacho se volvió hacia su abuelo que ahora estaba delante de la puerta y le recriminó:

-¡¡¿Por qué lo has hecho, abuelo?!! Incluso a la abuela...-las lágrimas habían empezado a brotar de sus oscuros ojos castaños. El ambiente se había tornado otra vez frío.

Entonces hubo un ademán del abuelo por atacarlo y el muchacho se asustó, todo el valor demostrado hace un momento se había desplomado, así que huyó. Corrió todo lo rápido que pudo hacia la puerta de entrada, pero cuando ya estaba en la puerta se volvió y... vio a la abuela, estaba viva, mostró una gran alegría en su rostro comparada con la desesperación de antes, pero esa expresión solo duró hasta que la observó más detenidamente, ahora mostraba otra vez terror... ella sostenía una pistola con la mano izquierda, pero lo más terrorífico eran los ojos, tenía aquella mirada fría como el hielo, sin pupilas. Ella disparó, la bala pasó casi rozando la cabeza del muchacho, la próxima vez no fallaría. Él pareció entender esto y salió precipitadamente por la puerta, corrió, más bien voló, escaleras abajo, metió en el armario de la limpieza y por allí escaló hacia los conductos de ventilación, por los que trepó hasta situarse justo encima del techo de la entrada.
Entonces llegaron, él no lo vio, y quizás hubiera sido mejor así. En cuanto entraron en la sala el ambiente se tornó súbitamente gélido de nuevo, pareció haber una conversación sin palabras entre ambos y... hubo el primer disparo, la bala entró limpiamente en la cabeza del abuelo y salió explotándole la parte de atrás de la misma. Hubo varios gritos sucedidos de varios disparos más, los cuales callaron la mayoría de las voces; unos murmullos procedentes de detrás de la recepción y más disparos los cuales callaron completamente la sala. El muchacho, que pese no haber visto nada lo escuchó todo empezó a temblar, haciendo que el conducto se moviera violentamente produciendo un fuerte sonido metálico. "¡Oh, no! Se ha dado cuenta de nuestra posición" La abuela subió lentamente el arma y se dispuso a disparar, todo parecía haber acabado, la bala atravesaría el latón y llegaría al chico, sin que este pudiera hacer nada... entonces ocurrió, un milagro en forma de sirenas de policía, entrarían aquí y al menos salvarían al chico.

Todo lo siguiente pasó muy rápido. La policía había rodeado a la abuela, ella sin ninguna expresión en la cara alzó el arma a la altura de la cabeza, giró la pistola y presionó el gatillo. no había esperanzas de que estuviera viva, la bala había hecho el mismo recorrido de un lado al otro que hizo con el abuelo.

Los policías notaron también los movimientos del chico en el conducto, lo sacaron de allí. Uno de ellos le pidió que lo acompañara, no veíamos sus ojos pero había amabilidad en sus palabras, todo parecía normal, pero había algo extraño en el ambiente, de nuevo la temperatura descendió varios grados, al igual que había pasado anteriormente cuando la muerte casi se lleva la muchacho... me di cuenta demasiado tarde, otra sombra se acercó a mí,, una sombra poderosa, y gélida como el hielo, la muerte; rompió mi unión con el muchacho mientras que el policía de ojos azules sin pupila se lo llevaba en el coche... por última vez.

Ahora ya han pasado varios meses desde aquello, desde mi enlace actual he descubierto que aún no han encontrado al policía y al muchacho... y que nunca lo harán.


|---FIN---|


Eso es todo,

mata-ne~